Tomado de la página web del Foro Social de la Sierra de Guadarrama (http://forosocialsierra.org/)
21 de noviembre
Por tercer año consecutivo nos concentramos frente al Valle de los Caídos
Este año, planteando Verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo, el Valle Memorial antifascista y fuera la tumba del dictador, más de sesenta personas nos concentramos junto a la entrada del recinto
Un año más recibimos el apoyo de gente que por allí pasaba y vimos las caras de estupor y rabia de los fascistas que llegaban al Valle.
Mención especial merece un cura que hizo desde el coche el saludo fascista, lleno de rabia, y otro fascista más que nos dijo que si no teníamos otro sitio donde hacer "esto". Sí, tenemos otros sitios, pero nos gusta éste.
Lo que a algunos les parecía imposible ha vuelto a ser posible y volverá a serlo el año que viene.
Llegando a la puerta del Valle de los Caídos
Una de las pancartas del Foro Social de la Sierra de Guadarrama
Frente a la entrada
Lectura de cartas de antifranquistas antes de enfrentarse al fusilamiento
Una concentración con gente de todas las edades
En lo que siempre fue "territorio fascista", con nuestras pancartas y banderas
Nuestras pancartas, nuestra presencia, nuestro homenaje
El Valle Memorial antifascista
Nuestras pancartas
Foto de un cura histérico haciéndonos el saludo fascista (foto Ateneo Libertario Sierra y Libertad)
16 de noviembre (ampliación de noticia el 18 de noviembre)
Este próximo sábado 21 de noviembre se realizará la tercera concentración antifranquista en la entrada del Valle de los Caídos. El inicio de la concentración será a las 13.30 hs y su fin a las 14.30 hs, por "petición" de la Delegación de Gobierno.
La concentración es convocada por el Foro Social de la Sierra de Guadarrama y por el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid y cuenta con el apoyo de otros colectivos sociales y grupos de izquierda de la Sierra
Hace tres años, un grupo de vecinos y vecinas de la Sierra que participábamos en las asambleas del Foro Social de la Sierra, decidimos afrontar la situación que cada 20-N se producía en nuestra comarca.
Cada año, días antes de esa fecha, en nuestros pueblos aparecían pintadas y carteles fascistas, se veían caravanas de elementos de esta ideología que los recorrían con sus amenazas y su chulería habituales y, en muchas ocasiones, con sus agresiones, asaltos y ataques, también habituales.
En los días de sus convocatorias a misas y marchas, llegaban a la Sierra fascistas y neonazis, en coches y decenas de autocares, procedentes de varios puntos del Estado y de otros países, que con sus banderas franquistas, fascistas y neonazis y los retratos del dictador, entraban en un monumento propiedad del Estado, algunos uniformados, luciendo correajes y en formación paramilitar, donde eran recibidos por el Abad del Monasterio con homilías ensalzadoras de la dictadura y ataques a las libertades democráticas.
Los actos en el Valle se convertían así cada año en una apología del fascismo, en una manifestación política en la que parte de los asistentes llamaban a un nuevo golpe de estado y a una nueva dictadura, y lanzaban gritos fascistas y amenazas de muerte.
Tras las concentraciones grupos de fascistas y neonazis se quedaban a comer y a beber en nuestros pueblos, confraternizando con sus camaradas locales y, cada año, provocaban incidentes, amenazas y agresiones y, lo que es peor, el miedo de mucha gente.
Mientras tanto los responsables de que se cumplan las leyes no sólo hacían la vista gorda ante la trasgresión de las normas que rigen la administración de los monumentos del Patrimonio, y no actuaban contra los delitos que allí se cometían, las amenazas terroristas que a rostro descubierto lanzaban conocidos fascistas, los llamamientos a sembrar de nuevo la muerte…, sino que les dejaban pasar sin pagar siquiera la obligatoria entrada al monumento y hasta les habilitaban durante toda la noche un carril de la autopista A-6 para que pudieran desfilar con tranquilidad hasta el Valle de los Caídos.
Pero lo más indignante no era esto, sino el que esta situación era aceptada, año tras años, por la mayoría como algo normal y esperado.
Ahí es donde un grupo de personas ligadas a los movimientos sociales de la Sierra, analizando estas situaciones y queriendo colaborar a terminar con ellas, decidimos empezar nosotros también a concentrarnos en esas mismas fechas en el Valle de los Caídos, denunciando lo que allí estaba pasando, y siendo consecuentes también con la reivindicación que estábamos poniendo en marcha sobre la Memoria Histórica de nuestra Sierra y los actos de homenaje que anualmente venimos realizando a los antifascistas asesinados y sepultados en fosas comunes en el Cementerio Parroquial de San Lorenzo de El Escorial.
No fue fácil, pues incluso a algunos de nuestros compañeros esta decisión les pareció “una locura” y un riesgo inasumible. Otros estuvieron en contra porque consideraban que no había que hacer caso a las actividades fascistas. Otros más incluso hicieron campaña contra la concentración y llegaron a decir que era una provocación. Estas actitudes de compañeros fueron una muestra más del desarme ideológico de algunos sectores de la izquierda que, incluso, usaban argumentos provenientes de la manipuladora propaganda de la Transición, por los que nosotros (las víctimas, los que reivindicamos la verdad, la memoria, la justicia, las libertades democráticas, el antifascismo…), éramos los que teníamos que callarnos frente a las actuaciones fascistas... y que si no lo hacíamos pasábamos a ser aventureros.
Como siempre, el mayor apoyo vino de la gente más joven de los movimientos sociales de la Sierra, de la gente menos contaminada por el miedo y los análisis viejos y retorcidos.
Pero a pesar de todo hicimos las concentraciones los años 2007 y 2008. El primer año, con la rabia contenida, unos días después del asesinato de Carlos Javier Palomino por un militar neonazi. Fuimos unas pocas personas, llevamos nuestras pancartas y nuestras banderas, vimos las caras de estupor y desconcierto de los fascistas que acudían al Valle, nos reímos de sus insultos y de sus amenazas de muerte, vimos la sorpresa de los que pasaban en coche y recibimos el aplauso y la solidaridad de muchos. Nos sentimos útiles una vez más. Habíamos hablado de una situación, habíamos visto la necesidad de abandonar la pasividad, habíamos calibrado los pros y los contras, habíamos actuado con decisión y superando los temores… y estábamos contribuyendo a hacer retroceder al fascismo.
Paralelamente, los partidarios de la Memoria y de la Justicia habíamos venido encontrando cada vez más eco y habíamos ido abriendo un hueco en el silencio criminal que impuso la dictadura, primero, y consensuó, después, la Transición.
Vimos, con desilusión, que la Ley de la Memoria Histórica aprobada quedaba muy lejos de lo que proclamaba el gobierno y se alejaba de la justicia y la reparación a las víctimas que reivindicamos, pero a pesar de esas inconsistencias tenemos que felicitarnos de que hoy los nostálgicos del fascismo y sus cachorros neonazis no se van a manifestar en el Valle y nosotros sí.
Vimos como las concentraciones fascistas iban disminuyendo hasta casi desaparecer. Como se han terminado las caravanas, el "estado de excepción" impuesto en torno al 20-N, las misas de loa al dictador en el Valle de los Caídos, aunque todavía sigan queriendo hacerlas en una iglesia de El Escorial..
Vimos también como en nuestra Sierra la actividad de los grupos nazi-fascistas retrocedía de manera significativa. Como sus amenazas, ataques y pintadas racistas disminuían hasta la marginación. Como perdían el apoyo público que les venían dando algunos sectores del PP. Como son ellos ahora los que tienen que esconder sus actividades. Como los intentos de criminalizar a los movimientos sociales y el acoso judicial que pusieron en marcha sectores del tardofranquismo se les volvía en contra. Como perdían todas las querellas que nos pusieron de una manera concertada...
Al final sentimos que hemos empujado el miedo que atenaza a muchos/as un poco más allá. Somos más libres y estamos más convencidos/as y orgullosos/as de la eficacia, pequeña eficacia, de algunas cosas que hacemos.
Ahora las cosas se han asentado y ese debate que se produjo en nuestro seno hace más de tres años ha quedado superado. Por eso la convocatoria de este año es diferente.
Si el primer y segundo año no se convocó como Foro Social de la Sierra, porque no hubo consenso entre los participantes en nuestras asambleas, este año ha habido unanimidad en convocar como Foro.
Si el primer y segundo año decidimos no hacer pública la convocatoria, no hacer carteles ni informar, recurrir sólo al boca a boca y únicamente ir vecinos/as de la Sierra (pues sólo queríamos empezar a dar testimonio y a demostrar que era posible), este año convocamos abiertamente y junto al Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid, contando además con el apoyo de otros colectivos y grupos.
Si en el primer y segundo año nos concentramos denunciando los homenajes al dictador genocida, ahora, tras esa pequeña victoria, lo hacemos ampliando nuestras reivindicaciones, yendo más allá. Por eso planteamos:
Verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo.
Que el Valle de los Caídos se convierta en un Memorial, al estilo de los que se han hecho en los campos de concentración nazi, en el que se pongan de manifiesto los crímenes de la dictadura y se rinda homenaje y memoria a sus víctimas y a los que lucharon contra el fascismo.
Que se saque la tumba del dictador de un edificio que es Patrimonio del Estado.
Por todo esto, este sábado 21 de noviembre de 2009 volveremos a estar de 13.00 a 14.00 frente a la puerta del recinto del Valle de los Caídos. Por todo esto os invitamos a asistir a esta concentración.
Concentración del año 2008
Concentración del año 2007
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